Pages

Evaristo Páramos habla sobre la droga en los 80'


Evaristo Páramos, vocalista de bandas legendarias del punk como La Polla Records o Gatillazo, sabe de lo que habla cuando se trata de la escena punk española de los 80', donde el consumo de drogas fuertes como la heroína sólo consiguió neutralizar la lucha de un movimiento juvenil que surgió como un respiro al desafiar los parámetros sociales establecidos después de las casi cuatro décadas que duró la dictadura franquista. En una entrevista para jotdown.es, Evaristo manifestó su visión respecto al tema de las drogas en la década de los 80', como una estrategia del Estado para desmovilizar los focos de rebeldía que estaban surgiendo en torno a la escena punk de aquel entonces. Esto fue lo que dijo:

«Antes la muerte venía más rápida, tanto por rollos de armas como de drogas. Con el tema del caballo y la heroína nos la metieron doblada. Fue gol [del sistema]. Eso hay que decirlo. Entonces no lo pensábamos, simplemente nos molestaba que nos dijeran lo que teníamos que hacer, y eso nos sigue molestando. [...] Llenaron de droga Madrid, Barcelona, la zona minera de Asturias, todos los sitios donde podía haber focos de rebeldía. Eso sí que parecía una teoría de la conspiración. No te lo podías creer. Lo hicieron sin aviones y sacaron dinero. Nos vendieron la droga y nos mataron a la vez. También nosotros fuimos un poco tontos y picamos. [...] Estaba ensayado antes en otros sitios. Los yanquis saben mucho de eso.»

Cuando Evaristo menciona a los yanquis suponemos que hace referencia a que una estrategia similar se utilizó en Estados Unidos por parte del FBI para neutralizar a movimientos como el de los Panteras Negras (Black Panther Party). En cuanto a España, hay quienes podrían decir que nadie obligó a esos punks a consumir drogas, que lo hicieron porque quisieron, enfrentaron las consecuencias y eso debe respetarse. Es claro, sin embargo el punto aquí es el elemento 'droga' utilizado como estrategia por el Estado, creando un entorno de violencia, dependencia y autodestrucción que acabó con todo un movimiento que pudo haber ofrecido mucho más. ¿Acaso en la actualidad no ocurre lo mismo?, cuando quienes pretenden representar a un movimiento o la lucha por una causa terminan más interesados por la fiesta y el alcohol u otras drogas, dejando de lado el compromiso y los principios ideológicos que se supone deberían defender. En este aspecto, creemos, el Straight Edge hace la diferencia.

Fuente consultada: jotdown.es (entrevista a Evaristo Páramos)